Primero hay que hablar acerca del Dock, que es la barra de botones que vemos en la zona inferior del escritorio. En principio tiene una función similar a los íconos de Windows, ya que permite el acceso directo a las aplicaciones favoritas, pero además sirve de alojamiento para los programas o ventanas que minimicemos durante nuestra sesión en el ordenador. En cuanto al ratón, verás que el mouse del Mac posee cuatro botones completamente configurables que te permitirán trabajar mejor y navegar por diferentes ventanas sin mayores inconvenientes. En la sección de preferencias del sistema encontrarás las diversas funciones para setear las opciones más convenientes para el acceso a las ventanas desde el teclado o el “Mighty Mouse”. Otras de las grandes virtudes del software de Apple es que te permite remodelar el escritorio según tu gusto o necesidad. Ya que hablamos acerca de la navegación interna en el ordenador, te contamos que si en las preferencias vas a la sección Exposé y Spaces puedes acomodar las opciones de visualización en las puntas del escritorio, de modo que al pasar el puntero por dichas zonas se active alguna aplicación o el acceso a alguna/s ventana/s. También hay que destacar que al apretar Comando en el teclado (el botón de la manzanita) junto con el tabulador sucede lo mismo que en Windows y podemos navegar tranquilamente entre los programas que ya tenemos abiertos en el escritorio. Por último, pero no menos importante, hay que aclarar también algunas de las funciones más básicas a la hora de manejar tu nuevo Mac. Las opciones de minimizar, maximizar y cerrar son idénticas a las de Windows, sólo que están ubicadas en el margen izquierdo de la pantalla. El botón verde sirve para agrandar la ventana, el amarillo para minimizarla hacia el Dock y el rojo para salir. Imagen de apple.
Fuente:blogdeapple
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